Lecturas no obligatorias. Prosas
Traducció de Manel Bellmunt Serrano
Ediciones Alfabia
256 pàgines
22 euros
LA VACA COMO EJEMPLO
El negocio de la psicología a domicilio consiste en aportar buenos con- sejos. Es una manera de proceder que utilizamos prácticamente todos cuando tratamos con nuestros amigos. Por lo general, con la mejor de las intenciones y de un modo del todo desinteresado. Sin embargo, no a todo el mundo se le pasa por la cabeza que todos esos consejos pueden ser compilados y publicados. Pero al Sr. Dale Carnegie sí se le ocurrió y, por eso, tenemos entre las manos esta guía sobre cómo luchar contra esas preocupaciones que, no hace falta ni decirlo, nos arrebatan la salud, turban nuestros sueños y emponzoñan nuestro ánimo. Los consejos son bastante benévolos. A algunas personas, en circunstancias muy determinadas, hasta cierto punto y durante algún tiempo, pueden incluso llegar a serles útiles. Pero en el vocabulario del autor no encontraremos expresiones como "puede", "parcialmente", "algunas veces" o "si". Su optimismo no desfallece en ningún momento y, en ocasiones, adopta un aspecto orgiástico. Creencias tan férreas como esas refuerzan de inmediato mi escepticismo y me llevan a pensar que la ausencia de toda inquietud es aún peor que la angustia. Pone de manifiesto una carencia de imaginación, sensibilidad y una cierta vulgaridad espiritual. La causa directa que empujó al autor a escribir este libro fue una visita a la biblioteca pública que hace esquina entre la Quinta Avenida y la calle Cuarenta y Dos. Allí descubrió que bajo el lema "Aflicciones" solo había veintidós libros, mientras que podían encontrarse hasta ochenta y nueve volúmenes en la sección dedicada a las lombrices. Por desgracia, buscó en la estantería equivocada. Si hubiese echado un vistazo en la sección de literatura habría podido comprobar que se han escrito cientos de miles de libros sobre este tema. Casi en su totalidad, la literatura es una descripción de las penas más diversas, comenzando desde Gilgamesh, Antígona y El Libro de Job. No continuaré enumerándolas pues no acabaría nunca de hacerlo; sugiero simplemente echar un vistazo a Hamlet bajo ese prisma. A parte del terriblemente apenado personaje al que alude el título, todos los otros, sin exceptuar al Fantasma, también sufren (aunque cada uno de ellos por un motivo bien diferente). El único que da la impresión de ser un individuo indolente es Fortinbrás, pero tengamos en cuenta que aparece solamente al final, sin tiempo para que lo conozcamos. Por lo demás, podemos estar bien seguros de que los problemas comenzarán a zumbar a su alrededor como moscas tan pronto como se instale en el trono. Obviamente, la literatura también nos brinda personajes que no sienten ningún tipo de pena. Sin embargo, por norma general suelen ser tontorrones insensatos o sabihondos sabelotodo enfrascados en el crujir de los papeles. Lo cierto es que debería dejar en paz a esta guía y desearle al menos que tenga algo de éxito con sus lectores, esos a los que les resulta más sencillo mantener el semblante serio. Yo tuve problemas. Sobre todo, mientras leía "los ejemplos cotidianos" con los que el autor adorna sus reflexiones. Por ejemplo, cierto individuo estaba tan afligido por la enfermedad de su esposa que seis de sus dientes se echaron a perder. Debería haberse alegrado de ello por el bien de su mandíbula, claro está. A otro individuo no le fue nada bien en la bolsa mientras estuvo deprimido. Cuando dejó de estarlo, se hizo inmediatamente multimillonario. Después de eso, Carnegie sugiere que la vaca es un buen ejemplo a seguir por las esposas que han sido engañadas, dado que "la vaca no enferma solo porque el toro se interese por otra vaca…". En general, los ejemplos que cita el autor me recuerdan mucho a los informes presentados en la Sociedad de la Moderación de El Club Pickwick. Compruébelo usted mismo: Tomo II, capítulo 4. Y si se da la casualidad de que usted no tiene el libro en casa, no quiero ni oírlo.
Cómo dejar de preocuparse y empezar a vivir, Dale Carnegie, traducción del inglés de Paweł Cichawy. Varsovia: Wydawnictwo Studio "Emka", 1995.